(En construcción)
El parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, es un enclave montañoso perteneciente al Sistema Central situado entre las provincias de Madrid, Ávila y Segovia. Es el Parque Nacional más reciente de nuestro país, declarado en el año 2013.
Una ubicación geográfica tan “privilegiada”, (a sólo 40 km de Madrid capital) unida a la construcción de nuevas y más modernas carreteras, el auge de los deportes de montaña (senderismo, escalada…) y la eclosión de los deportes de invierno, han marcado una vertiginosa transformación de este frágil territorio trayendo consigo la inevitable consecuencia de su masificación.
Fue a partir de los años 60 cuando aparece un enfoque distinto del uso de la montaña, basado en grandes complejos para la práctica masiva del esquí alpino. La construcción en 1969 de la estación de esquí “Valcotos”, ocasionó la destrucción o alteración de valiosos ecosistemas en el macizo de Peñalara. Afortunadamente los proyectos de desarrollo inmobiliario previstos para esta zona quedaron frenados por contravenir la legislación urbanística de la época, salvándose este área y su entorno de un desastre aún mayor.
No sucedió así en el Puerto de Navacerrada, donde las infinitas ansias de colonización humana unidas a un urbanismo depredador han dejado este paso histórico transformado irreparablemente de su forma original: Pistas de esquí deficitarias por la falta de nieve, remontes en abandono, zonas residenciales sumidas en la dejadez y la decadencia…
Mientras tanto, los escasos fines de semana que la nieve cubre estas montañas, miles de excursionistas ávidos de aventuras, enfundados en prendas de colores chillones del Decatlhon, acudimos en masa a la llamada de la Sierra, para trillar con nuestros plásticos y trineos las pocas zonas donde la nieve todavía era blanca.
“PARQUE NACIONAL” es un proyecto fotográfico en construcción, donde planteo una reflexión visual acerca de este frágil territorio que siento como propio.
Un intento por plasmar ese fino equilibrio entre el derecho a disfrutar de nuestra montaña y el deber de cuidarla y protegerla…
Un inevitable choque frontal donde paisajes fragmentados se funden y resquebrajan entre las manos de un mal llamado progreso.
The Guadarrama´s National Park is a mountainous enclave belonging to the Central System located between the provinces of Madrid, Ávila and Segovia. It is the most recent National Park in our country, declared in 2013.
Such a “privileged” geographical location, (just 40 km from Madrid capital) coupled with the construction of new and more modern roads, the rise of mountain sports (hiking, climbing …) and the emergence of winter sports, they have marked a vertiginous transformation of this fragile territory, bringing with it the inevitable consequence of its overcrowding.
It was from the 1960s that a different approach to mountain use appeared, based on large complexes for the massive practice of downhill skiing. The construction in 1969 of the "Valcotos" ski resort caused the destruction or alteration of valuable ecosystems in the Peñalara massif. Fortunately, the real estate development projects planned for this area were held back for contravening the urban planning legislation of the time, saving this area and its surroundings from an even greater disaster.
This was not the case in the Port of Navacerrada, where the infinite desire for human colonization together with a predatory urban planning have left this historic step irreparably transformed from its original form: ski slopes deficient by lack of snow, abandoned ski lifts, submerged residential areas in neglect and decay…
Meanwhile, the few weekends that the snow covers these mountains, thousands of hikers hungry for adventure, clad in garments of garish colors from the Decatlhon, we flocked to the Sierra call, to thresh with our plastics and sledges the few areas where the snow was still white.
“NATIONAL PARK” is a photographic project in progress, where I propose a visual reflection on this fragile territory that I feel as my own. An attempt to capture that fine balance between the right to enjoy our mountain and the duty to care for and protect it …
An inevitable frontal collision where fragmented landscapes melt and crack in the hands of a misnamed progress.