El 18 de julio de 2013, celebrando el centenario de la prueba ciclista por etapas más importante del mundo, El Tour de Francia, se ascendía por primera vez en dos ocasiones y de forma consecutiva la mítica cima de Alpe d´Huez.
Una semana después, y huyendo de la avalancha de aficionados, caravanas, ruido y toda la épica que envuelve a este deporte, realicé un breve trabajo fotográfico donde el paisaje y el silencio se contraponen a las clásicas y tópicas imágenes veraniegas de televisión donde los ciclistas extenuados, luchan por hacerse paso entre la multitud y el estruendo.
Allí donde por una horas todo fue un gran show, sólo quedan las pintadas en la carretera como testigos mudos de su paso.
On July 18, 2013, celebrating the centenary of the most important cycling competition in the world, Le Tour de France, the well known peak of Alpe d’Huez was climbed twice consecutively for the first time.
A week later, avoiding the avalanche of fans, campervans, noise and all the epic surrounding this sport, I developed a brief photographic project where landscape and silence sits opposit to the classical tv images where exhausted road racing cyclists struggle to make their way through the crowd.
There, where for an hour was the spotlight of everything, only those road messages remain quiet and silent as timeless witnesses.